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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



26 de septiembre de 2013

PODEROSOS SON LOS SUFRIMIENTOS CUANDO SE PADECEN EN COMUNIÓN CON DIOS



Poderosos, hijos de Dios, son los sufrimientos cuando se padecen en estado de gracia y en comunión con Dios. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.



No temáis cristianos padecer penas o amarguras, porque si supierais el valor meritorio de las mismas cuando se vive en Dios, vosotros mismos las pediríais y os sentiríais mal veros exentos de ellas. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Los grandes santos comprendieron el valor y la necesidad del sufrimiento, ellos no solo los padecieron sino que los desearon y hasta los pidieron, pero Yo os digo no hace falta que pidáis nada, solo aceptar lo que Dios os mande con resignación y hasta con alegría, porque Dios aplicará ese apostolado del dolor a almas muy necesitadas de oración y raquíticas por falta de méritos, de fe y de penitencias.

Por eso, el sufrimiento sobrellevado como Dios desea es un arma eficacisima para espantar a los demonios y un camino excepcional para ganar la Vida Eterna. Dios sabe muy bien que es lo que os tiene que mandar para salvaros, vosotros solo teneis que aceptar lo que Dios disponga, pero aceptarlo ejemplarmente, porque El os dará las fuerzas necesarias y la resistencia para soportarlos y para que os santifiquen.

No pretendáis saber más que Dios, el es vuestro Padre y desea lo mejor para vosotros, mucho más bueno que los padres biológicos y mucho más sabio, El desea vuestra salvación, vuestro bien, y vuestra felicidad, pero la felicidad que El desea para vosotros es la felicidad que nunca se extingue y que es la Vida Eterna. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.